Un biberón lleno de vida

 

Según cita la OMS (Organización Mundial de la Salud), aproximadamente un 45% de las defunciones infantiles se asocian directamente a la desnutrición. La alimentación del lactante es fundamental para la supervivencia infantil. Además, una alimentación óptima facilita el crecimiento y un desarrollo saludable.

Hoy, el cambio climático y los conflictos violentos suponen los dos grandes factores que provocan el hambre en el mundo. Recientemente, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha publicado un informe mundial en el que revela la tendencia actual hacia un agravamiento del problema a nivel global. Millones de personas lo padecen con intensidad, sufriendo muerte, enfermedad y reducción drástica de la calidad de vida.

Aunque el crecimiento económico y el aumento de la productividad agrícola ha permitido reducir en las últimas décadas el número de personas desnutridas, el hambre sigue siendo una lacra que debemos erradicar, especialmente entre los recién nacidos.

 

Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 2: Hambre cero

 

Hoy, unos 815 millones de personas pasan hambre, lo que supone un 11% de la población mundial. Y esta lacra se ceba especialmente en los más vulnerables: los niños. Casi la mitad de las muertes de menores de 5 años se deben a la desnutrición. Son millones de niños que mueren cada año. La desnutrición se incrementa en África y América del Sur. Si la situación mundial no se revierte, hasta 2030 serán 167 millones los niños que vivirán en la pobreza extrema, y 69 millones de menores de 5 años morirán a causa del hambre.

Este Objetivo de Desarrollo Sostenible busca eliminar todas las formas de hambre y desnutrición en 2030, y garantizar que todas las personas, especialmente los niños, reciban una alimentación suficiente. Esto requiere profundo cambios en el funcionamiento global y la implicación de todos.

En Fundación Juan Bonal, somos sensibles a esta lucha por la erradicación del hambre y la desnutrición en la infancia. Por eso, hemos creado el "Microprograma, un biberón lleno de vida": una iniciativa fácil, rápida y accesible para que, por un pequeño importe económico, puedas participar de forma directa en la nutrición de lactantes atendidos por las misioneras de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.

Este Microprograma quiere salvar vidas, evitando que los niños mueran por no poder acceder a la más mínima nutrición. Únete a la lucha mundial por alcanzar este Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 2. Ayúdanos a dar soporte y mantenimiento a todos los centros y misiones en que las Hermanas de la Caridad de Santa Ana ofrecen alimento a bebés y niños que, de otro modo, perderían la vida. Desde solo 1€, puedes colaborar para llevar un biberón lleno de vida a menores que viven entre la pobreza y el hambre. Cada biberón, cada día, es una vida que logramos salvar. No permitamos que sigan muriendo en un abandono absoluto: ayúdanos a alimentarles.












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