21/06/2024 - Perú
Las Hermanas de la Caridad de Santa Ana y Fundación Juan Bonal impulsan numerosas misiones en todo el mundo que se orientan hacia el cuidado de la correcta alimentación y nutrición de las personas que afrontan la extrema pobreza. En muchas ocasiones, quienes más sufren las consecuencias de la desnutrición y el hambre son los más inocentes, los niños, con graves repercusiones para su salud y su desarrollo.
En Lima, Perú, se encuentra el Comedor Infantil "Virgen de la Salud". Allí, las Hermanas atienden a los niños y algunos adolescentes de numerosas familias que llegaron a los cerros desde diferentes lugares del país, asentándose en cabañas de adobe y cañas, sin lo más básico para poder alimentarse correctamente. Los padres buscan trabajo, dispuesto a lo que sea, pero es muy difícil y raramente lo encuentran.
Esta misión atiende a decenas de niños desnutridos. Las Hermanas les acogen y alimentan. Lo hacen en dos turnos. Los niños y niñas llegan, se lavan las manos, rezan una oración y se les sirve la comida; después, dan las gracias por los alimentos recibidos. También se les ofrece apoyo escolar, ya que los padres no recibieron una educación y no son capaces de ayudar a sus hijos en esto. Las Hermanas cuidan de que, mientras se encuentran en el Comedor, los niños se sientan bien de manera integral.
La labor de este Comedor Infantil es otra acción más en la lucha contra el hambre en el mundo y, además, consigue transformar radicalmente las condiciones de vida de aquellos pequeños inocentes que se habían visto privados de lo esencial.
En el Comedor Infantil trabajan, además, tres personas. La señora Blanca, en la preparación de los alimentos, la señora Shirley, en educación, y la señora Gloria, en la limpieza.
Además de todo esto, se realiza una escuela para padres, y también se les enseñan valores éticos a los niños. Con esta labor, el Comedor Infantil se convierte en un pilar fundamental para toda la comunidad. Su acción contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible números 1 (fin de la pobreza), número 2 (hambre cero), número 3 (salud y bienestar), número 4 (educación de calidad), número 5 (igualdad de género) y número 10 (reducción de las desigualdades).
Pero mantener esta misión requiere recursos y solidaridad. A los padres se les cobra, en principio, 1.5 soles (38 céntimos de euro) por cada niño y día, y algunas familias, debido a su precaria situación, ni siquiera pueden abonar esta cantidad. En esos casos, se les condona. Con cada donativo, cada colaboración, cada compra en los Mercadillos Solidarios, cada gesto, se alcanza este logro diario: erradicar el hambre que sienten estos niños, crear un espacio donde crecen y se desarrollan con dignidad y dar esperanza a sus familias. Las Hermanas agradecen, en el nombre de estos pequeños y sus familias, la solidaridad de todos los benefactores que contribuyen a sostener y hacer realidad este milagro cada día.
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Apadrina a un niño con Fundación Juan Bonal. Cambiarás su vida para siempre y, gracias a ello, la tuya ya nunca será igual.
Puedes hacerlo llamando al teléfono 976-443102 o a través de la web:
https://padrinos.org/zona-personal/registro/
Experimenta esta felicidad, apadrina a un niño que te necesita.
Fundación Juan Bonal es expresión de solidaridad.