Un ejemplo de colegio solidario en el que todos colaboran

23/11/2018 - España

En el colegio sevillano de Santa Ana, los trabajadores, alumnos y padres son voluntarios de Fundación Juan Bonal, creando una unidad inseparable entre ambas entidades. El periódico ABCdesevilla, en su versión digital, se ha hecho eco de este testimonio. 

Los profesores hacen voluntariado en las misiones, los padres organizan eventos benéficos y los alumnos apadrinan a niños sin recursos.

 

 

En la entrada del colegio, se encuentran unas fotografías realizadas en Filipinas por el profesor de comunicación de Santa Ana, Alejandro Campos España, que viajó a la misión filipina en 2016 con dos antiguos alumnos. Las fotografías muestran la realidad de Mindoro, en la que las Hermanas de la Caridad de Santa Ana atienden a más de 120 niños, cuidan de enfermos y enseñan costura a mujeres para evitar que se dediquen a la prostitución. Allí construyeron viviendas para 150 familias. Alejandro ayudó a arreglar el tejado del comedor, pintó las paredes y compró platos, cubiertos, vasos, ollas y sartenes. Cuenta cómo le sorprendió la sonrisa de los niños, que no lo hacían hacia la cámara, sino hacia él. A sus alumnos, les insiste en un mensaje clave: "Da que pensar porque ellos allí no tienen casi nada, una vivienda en la que apenas caben y un plato de arroz solo, pero te seguían con alegría para que jugaras con ellos".

La Delegada de Fundación Juan Bonal en Andalucía, María Chozas Rivera, dice que el colegio y la Fundación son prácticamente la misma cosa. "La fundación implica al colegio para poder hacer su labor y aquí todo el mundo colabora", recalca.

Ahora se planean nuevas experiencias de voluntariado, y muchos profesores y antiguos alumnos viven esta experiencia. No es raro repetir. En este colegio, los padres, los 1500 alumnos y más de 120 trabajadores participan en desayunos solidarios, mercadillos, venta de libros y uniformes usados, la gran verbena que se celebra cada año en junio...

Se desea que cada clase logre apadrinar a un niño, y además hay quienes deciden apadrinar por su cuenta. María Chozas, con su segundo apadrinamiento, expresa que mantiene mucho contacto, porque las Hermanas traen cartas y fotos de los niños. Cuenta cómo su primer niño apadrinado, de La India, tiene la misma edad que su hija, que crecieron juntos y se graduaron a la vez, y les escribía muy a menudo para decirles lo feliz que era y lo agradecido que estaba.

Aquí todos ponen su granito de arena. Además, del centro, empresas y pequeños negocios realizan aportaciones. Y un grupo de diez mujeres, profesoras y madres, hrealizan un gran esfuerzo a diario para recaudar fondos y realizar artesanías que luego se venden para generar ingresos. Todos suman su parte para contribuir a la causa solidaria que impulsa la Fundación.

Entre todos, Fundación Juan Bonal logra ser expresión de solidaridad.

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Puedes ver el artículo completo en este enlace:
http://sevillasolidaria.sevilla.abc.es/noticias/un-colegio-sevillano-donde-todos-los-trabajadores-alumnos-y-padres-son-voluntarios-de-una-fundacion/

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